Habilidades directivas

Es la capacidad de orientar/dirigir la actuación de un equipo de trabajo, teniendo en cuenta la misión, visión y valores de la organización.

Conductas asociadas:

1. Afronta los conflictos en lugar de evitarlos o camuflarlos. Cuando la persona evaluada detecta que se ha producido una situación problemática en el departamento o servicio que dirige, la afronta para solucionarla en lugar de evitarla o esconderla.


2. Es accesible. Cuando es necesario hablar con la persona evaluada, esta se muestra disponible y busca tiempo para atender la demanda.


3. Adapta el lenguaje a la persona o personas que tiene delante. La persona evaluada es capaz de utilizar diferentes registros comunicativos según el perfil de las personas con las que interactúa, con el objetivo que se entienda el mensaje y se favorezca la comunicación.


4. Sabe decir "no" cuando es necesario. La persona evaluada dice "no" de forma serena y educada cuando lo ve conveniente, aunque sabe que no es agradable para la persona que recibe la negativa.


5. Acepta su responsabilidad cuando se producen fallos. Cuando algún trabajo o gestión del servicio o departamento sale mal, la persona evaluada asume la responsabilidad que le corresponde como responsable del equipo.


6. Transmite credibilidad y confianza. La persona evaluada es percibida como una persona en la que se puede confiar cuando se trabaja con ella y que tiene buen criterio a la hora de desarrollar sus funciones.


7. Reconoce el trabajo bien hecho o el esfuerzo de las personas que tiene a su cargo. La persona evaluada alaba el trabajo bien hecho a las personas de su equipo y manifiesta su reconocimiento al esfuerzo que realizan.


8. Toma decisiones. La persona evaluada resuelve adecuadamente los temas de trabajo tomando las decisiones oportunas.


9. Se expresa de forma honesta y constructiva basándose en hechos. Cuando se comunica con su equipo, la persona evaluada habla con honestidad y fundamenta su discurso sobre hechos y no sobre suposiciones.


10. Busca el consenso cuando la situación lo precisa (propone soluciones mutuamente satisfactorias). La persona evaluada negocia cuando es necesario para poder resolver situaciones de trabajo y aporta soluciones que puedan satisfacer a las otras partes implicadas.